Pacientes con enfermedad renal
Los medicamentos y sus metabolitos (activos y no activos) son eliminados del organismo en la orina, después de ser filtrados por el riñón; en aquellos pacientes en los que la función del riñón está comprometida, es necesario ajustar la dosis y/o la frecuencia de administración del fármaco, con el fin de evitar que los niveles séricos del mismo alcancen niveles tóxicos.
Este ajuste no es necesario para todos los fármacos ni para todos los pacientes con enfermedad renal. Depende de características específicas del medicamento como: porcentaje metabolizado por el riñón, si se producen o no metabolitos activos, de la tendencia que tenga el medicamento a almacenarse en compartimientos del organismo diferentes a la sangre. En cuanto al paciente, el realizar el ajuste o no depende del estadío de la enfermedad y se realiza con base en indicadores de la función renal, por ejemplo la prueba de aclaración de creatinina.
Otra situación en este tipo de pacientes es la diálisis, en algunos casos dado que se eliminan las concentraciones séricas del medicamento en el procedimiento, puede ser necesario dar una dosis adicional posterior a este.