Las reacciones adversas son más frecuentes (25 % de los pacientes) que con los derivados del ácido propiónico. Las más frecuentes afectan el aparato digestivo superior (generalmente, en forma de dispepsia o malestar epigástrico), aunque también son frecuentes la diarrea profusa, acompañada de esteatorrea e inflamación intestinal, y los vómitos, que pueden provocar deshidratación e insuficiencia renal. Somnolencia, cefaleas y mareo pueden aparecer con cierta frecuencia. Más raras son las reacciones de hipersensibilidad, las reacciones hematológicas y la insuficiencia renal. La sobredosificación de ácido mefenámico puede producir convulsiones (3,6).