Sales antimoniales

  • Las sales antimoniales, de antimonio pentavalente, constituyen la primera línea de terapia de Leishmaniasis cutánea, mucosa y visceral. 
  • A este grupo pertenecen la glucamina, estibogluconato de sodio y el antimoniato de meglumina.
  • Las sales antimoniales interfieren con el sistema de oxidoreducción de tripanotiona (1,2).
  • Dado que en los casos de Leishmaniasis cutánea y mucosa el tratamiento debe hacerse en forma ambulatoria, sistémica y prolongada, éste deberá efectuarse bajo supervisión del personal de los servicios de salud para poder garantizar la adherencia completa al tratamiento. Las fallas en el tratamiento se deben primordialmente a la administración de dosis subterapéuticas.
  • El manejo de la Leishmaniasis es difícil debido a la diversidad de factores que influyen en la eficacia de los fármacos: variación intrínseca y adquirida en la sensibilidad de las diferentes especies de Leishmania, inmunidad, respuesta clínica variable a los tratamientos, edad de las lesiones tratadas, toxicidad de los medicamentos, co-infección y adherencia.
  • La elección de la estrategia de tratamiento se basa en la ubicación geográfica y las especies que infectan.
  • El Comité de Expertos en Leishmaniasis de la Organización Mundial de la Salud ha recomendado una reorientación en el tratamiento de las Leishmaniasis.
    • Recomienda como opción inicial para el tratamiento de las formas cutáneas el uso de terapias locales: antimoniales intralesionales, termoterapia y antimicóticos y como segunda opción medicamentos sistémicos como sales antimoniales pentamidina, miltefosina y antimicóticos, teniendo en cuenta la especie parasitaria, el número de lesiones, el tipo y ubicación de esta.
    • Para Leishmaniasis mucosa se propone terapia combinada con medicamentos sistémicos. 
  • En la actualidad el tratamiento de las Leishmaniasis en Colombia es sistémico, el uso de alternativas terapéuticas estará condicionado a criterio médico y a condiciones específicas como embarazo, lactancia y comorbilidades. 
  • Los agentes antimoniales administrados por vía intravenosa o intramuscular son la primera línea de tratamiento para todas las formas de Leishmaniasis.
  • Los antimoniales pentavalentes (AP) tienen una eficacia de 90%; sin embargo, su efectividad puede bajar hasta 75 a 80% puesto que hay menos controles sobre su aplicación, menor adherencia por parte de los pacientes y hay una resistencia creciente a estos a nivel mundial; prueba de ello es el hecho de que en los últimos 30 años, la dosis de glucantime se ha aumentado en casi un 600%.
  • La resistencia a los medicamentos es crítica a nivel mundial. Esta situación es consecuencia del uso de dosis subterapéuticas, cursos acortados de tratamiento y uso de medicamentos de baja calidad. Las prácticas de iniciar con dosis bajas e ir aumentando hasta la dosis plena, hacer pausas durante el tratamiento o dividir la dosis diaria en dos o tres aplicaciones, resultan en niveles sanguíneos subterapéuticos y tolerancia de los parásitos al antimonio (3,2).
  • Embarazo y lactancia.
  • Patologías cardiacas, renales, hepáticas y pancreáticas (3).
  • Las contraindicaciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

  • Dolor en el sitio de aplicación (frecuente).  Riesgo de tromboflebitis en caso de administración intravenosa.
  • Anorexia, vómitos, náuseas, artralgia, mialgia, cefalea, dolor abdominal.
  • Intervalo QT prolongado, arritmias y cardiotoxicidad y falla cardiaca.
  • Cambios electrocardiográficos dosis dependientes.
  • Muerte súbita asociada a fibrilación a fibrilación ventricular.
  • Pancreatitis.
  • Hepatotoxicidad.
  • Nefrotoxicidad (2,3).
  • Los efectos adversos específicos para cada agente se describen en su propia monografía.
  • Por lo general las reacciones adversas aparecen en la primera semana de tratamiento y desaparecen poco a poco sin mayores complicaciones.
  • Realizar electrocardiograma previo al inicio del tratamiento en pacientes mayores de 45 años o pacientes de cualquier edad con alguna comorbilidad. 
  • Solicitar aminotrasferasas (TGO y TGP), amilasa, lipasa, creatinina y uroanálisis y repetir estas pruebas entre el día 7 y 10 de tratamiento que es cuando se presentan las mayores alteraciones. Si se presentan alteraciones se debe hacer seguimiento de estas hasta su normalización. 
  • A toda mujer en edad reproductiva se le debe solicitar prueba de embarazo, además se debe garantizar que la paciente utilice un método de planificación efectivo durante el tratamiento y hasta tres meses después de haberlo terminado. 
  • El tratamiento de todas las formas clínicas de la leishmaniasis siempre debe ser supervisado y suministrado por personal de salud entrenado y autorizado para hacerlo.
  • Los medicamentos antileishmaniasicos están contraindicados en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia.
  • El antimoniato de meglumina puede ser administrado vía intramuscular profunda o intravenosa. La inyección intravenosa debe administrarse muy lentamente (al menos durante 5 minutos) y preferiblemente con una aguja fina para evitar tromboflebitis. La inyección debe detenerse inmediatamente si se produce tos, vómitos o dolor sub esternal (1,2,3).
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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  • Las sales antimoniales están contraindicadas en el embarazo y no deben ser usados en pacientes con problemas cardíacos, hepáticos, renales o pancreáticos (2).
  • A toda mujer en edad reproductiva se le debe solicitar prueba de embarazo .
  • Independientemente del tratamiento que se vaya a administrar se debe garantizar que la paciente utilice un método de planificación efectivo durante el tratamiento y hasta tres meses después de haberlo terminado (2). 
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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  • Se debe evitar la lactancia materna. 
  • La OMS clasifica al antimoniato de meglumina como compatible con la lactancia materna (5).
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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  • Medicamentos hepatotóxicos. 
  • Las sales antimoniales están contraindicadas en el embarazo y no deben ser usados en pacientes con problemas cardíacos, hepáticos, renales o pancreáticos (2).
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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  • Medicamentos nefrotóxicos. 
  • Las sales antimoniales están contraindicadas en el embarazo y no deben ser usados en pacientes con problemas cardíacos, hepáticos, renales o pancreáticos (2).
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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  • Este medicamento no debe ser usado en pacientes con problemas cardíacos, hepáticos, renales o pancreáticos (2).
  • Las precauciones específicas para cada agente se describen en su propia monografía.

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Fármaco-fármaco:
  • Usar con precaución con medicamentos que también produzcan prolongación del intervalo QT.
  • Usar con precaución con antiarrítmicos.
  • Se potencian los efectos adversos cuando son administrados concomitantemente con medicamentos antituberculosos.

La agencia reguladora local – INVIMA en relación con la alerta relacionada con el estibogluconato de sodio, en donde presenta que evidencia reciente señala que este medicamento puede llegar a interactuar con la Anfotericina B; se han presentado casos de cardiotoxicidad, algunos fatales, en pacientes con Leishmaniasis visceral que inician retratamiento con Anfotericina B pocos días después de administrado el estibogluconato, por lo que realiza las siguientes recomendaciones para los profesionales de salud (4):
  • Dejar un espacio de 14 días entre la última dosis de estibogluconato y el inicio de la anfotericina B.
  • Corregir cualquier desequilibrio electrolítico antes de iniciar la terapia con anfotericina B.
  • Recordar que el estibogluconato de sodio está contraindicado en embarazo, lactancia, enfermedad pulmonar, cardiaca, hepática y renal.
  • Durante el uso medicamento al paciente se le deben hacer monitoreos clínicos.
  • Debe descartarse deficiencia de Glucosa-6-Fosfato Deshidrogenasa antes de iniciar el tratamiento con estibogluconato.
  • Reportar los eventos adversos asociados a ceftriaxona al Programa Nacional de Farmacovigilancia del INVIMA.
  • La Leishmaniasis es una zoonosis que puede afectar la piel, las mucosas o las vísceras, como resultado del parasitismo de los macrófagos por un protozoario flagelado del género leishmania, introducido al organismo por la picadura de un insecto flebotomíneo. 
  • Las presentaciones clínicas de la enfermedad varían de acuerdo con la especie de leishmania, la respuesta inmune del hospedero y el estado evolutivo de la enfermedad. Son formas de presentación clínica de Leishmaniasis: la forma cutánea, la forma mucosa o mucocutánea y la forma visceral. 
  • Los tratamientos de primera elección para las diferentes formas clínicas de Leishmaniasis, son las sales de antimonio pentavalente como el antimoniato de Nmetil glucamina y el estibogluconato de sodio. Ambos medicamentos tienen una eficacia similar y se encuentran disponibles actualmente en el país. 
  • Antes de iniciar el tratamiento, todo paciente deberá evaluarse clínica y paraclínicamente para descartar alteraciones cardíacas, hepáticas o renales. A los individuos mayores de 45 años y a quienes se les detecten alteraciones clínicas, deberá practicárseles: electrocardiograma, pruebas de función renal, pancreática y hepática. 
  • Medidas para los profesionales de la salud:
    • Se debe adelantar seguimiento y supervisión clínica semanal durante el período que dure el tratamiento, para evaluar la progresión en la respuesta y la presentación de signos clínicos de alteración hepática, renal o cardíaca, para considerar suspensión o ajuste de tratamiento. 
    • Se debe recordar que la Insuficiencia hepática, renal, cardíaca, desnutrición severa, neumonía, TBC, hipertiroidismo, embarazo, y administración en niños menores de 18 meses, son contraindicaciones del medicamento. 
    • La vía de administración de las sales antimoniales pentavalentes debe ser parenteral: intramuscular o intravenosa. Aplicada en una sola dosis y el medicamento sobrante no se puede guardar para ser empleado en la dosis del día siguiente por el riesgo de contaminación. 
    • La vía de administración más empleada es la intramuscular. Es recomendable rotar los sitios de aplicación entre las masas musculares capaces de aceptar estos volúmenes (glúteos, vasos mayores y deltoides). Se recomienda emplear compresas húmedas y hacer masaje suave en los sitios de inyección varias veces al día, para disminuir dolor. 
    • La administración intravenosa ofrece varias ventajas, entre ellas: 
      • Concentraciones de antimonio plasmáticas mayores y más rápida.
      • Evita dolor en el sitio de aplicación (que es una de las principales causas de interrupción transitoria o definitiva del tratamiento). 
    • Se debe hacer por infusión, diluyendo la cantidad de antimonial en 10 veces su volumen en DAD 5% o SSN y pasando tal mezcla en dos (2) horas bajo supervisión de personal de salud.
  • Medidas par ala comunidad en general:
    • Se recomienda seguir las indicaciones médicas y estar alerta a la aparición de eventos como alergias, arritmias, entre otros síntomas que considere diferentes y extraños, para informar a su médico tratante.
    • Si usted presenta Insuficiencia hepática (alteraciones del hígado), renal (alteración en los riñones), cardíaca (alteración del corazón), desnutrición severa, neumonía, tuberculosis, hipertiroidismo (alteración de la tiroides) y/o embarazo, recuerde informárselo a su médico tratante antes de comenzar su tratamiento.
  • Es poco probable que un solo medicamento sea efectivo para todas las formas clínicas de la leishmaniasis. 
  • Para seleccionar el tratamiento hay que considerar:
    • La farmacocinética variable del medicamento en las formas visceral y cutánea.
    • La variación intrínseca en la sensibilidad de las más de 20 especies que infectan a humanos y la resistencia adquirida a los antimoniales. 
    • Forma clínica de la enfermedad. 
    • Región geográfica ( especie de parasito involucrada).
    • Enfermedad subyacente( Inmunosupresión, Ej VIH/SIDA).
    • Medicamento adecuado. 
    • Disponibilidad de medicamentos. 
  • El Comité de Expertos en Leishmaniasis de la Organización Mundial de la Salud, reunido en 2010, ha recomendado una reorientación en el tratamiento de las leishmaniasis.
  • Recomienda como opción inicial para el tratamiento de las formas cutáneas el uso de terapias locales: antimoniales intralesionales, termoterapia y antimicóticos y como segunda opción medicamentos sistémicos como sales antimoniales, pentamidina, miltefocina y antimicóticos, teniendo en cuenta la especie parasitaria, el número de lesiones, el tipo y ubicación de esta.
  • Los objetivos del tratamiento son: 
    • Prevenir mortalidad (LV).
    • Prevenir morbilidad (LC).
    • Acelerar la curación clínica.
    • Reducción de cicatrices.
    • Curación parasitológica.
    • Prevenir recidivas.
    • Prevenir diseminación.
    • Evitar resistencia. 
  • En el primer nivel de atención está indicado el tratamiento a los pacientes con confirmación parasitológica suministrando los medicamentos de primera elección en pacientes que NO presenten alteraciones cardíacas, hepáticas o renales. 
  • A todo paciente que inicie tratamiento etiológico, el médico tratante debe realizarle un seguimiento y supervisión clínica semanal durante el período que dure el tratamiento. Durante este es conveniente averiguar la aparición de reacciones al medicamento y la presentación de signos clínicos de alteración hepática, renal o cardiaca. Igualmente, la progresión en la respuesta clínica.
  • Debido a potencial toxicidad de antimonio pentavalente sobre el hígado, páncreas, riñón y corazón, se debe: 
    • Realizar electrocardiograma previo al inicio del tratamiento en pacientes mayores de 45 años o pacientes de cualquier edad con alguna comorbilidad. 
    • Solicitar aminotransferasas (TGO y TGP), amilasa, lipasa, creatinina y uroanálisis y repetir estas pruebas entre el día 7 y 10 de tratamiento que es cuando se presentan las mayores alteraciones. 
    • Si se presentan alteraciones se debe hacer seguimiento de estas hasta su normalización.
    • A toda mujer en edad reproductiva se le debe solicitar prueba de embarazo independientemente del tratamiento que se vaya a administrar se debe garantizar que la paciente utilice un método de planificación efectivo durante el tratamiento y hasta tres meses después de haberlo terminado. 
    • El tratamiento en todas las formas clínicas de la leishmaniasis siempre debe ser supervisado y suministrado por personal de salud. 
    • Los medicamentos antileishmaniasicos están contraindicados en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. 
  • Medicamentos de primera elección:
    • Los tratamientos de primera elección para las diferentes formas clínicas de leishmaniasis son las sales de antimonio pentavalente (S+5) como el antimoniato de N-metil glucamina y el estibogluconato de sodio. 
    • Ambos medicamentos tienen una eficacia similar y se encuentran disponibles actualmente en el país. 
    • Dado que en los casos de leishmaniasis cutánea y mucosa el tratamiento debe hacerse en forma ambulatoria, sistémica y prolongada, éste deberá efectuarse bajo supervisión del personal de los servicios de salud para poder garantizar la adherencia completa al tratamiento. 
    • Las fallas en el tratamiento se deben primordialmente a la administración de dosis subterapeúticas.
  1. Goodman LS, Hardman JG, Limbird LE, Gilman AG. Goodman Gilman’s the Pharmacological Basis of Therapeutics. McGraw-Hill; 2001. 2148 p. 

  2. Ins. Guía para la atención clinica integral del paciente con Leishmaniasis. 2010;1–58. Available from: http://www.ins.gov.co/temas-de-interes/Leishmaniasis viceral/02 Clinica Leishmaniasis.pdf.

  3. YACHAY EP. Vademécum Farmacoterapéutico del Ecuador 2015. Quito; 2015. 

  4. Estibogluconato de sodio - Alerta de farmacovigilancia [Internet]. [cited 2016 Jan 24]. Available from: https://www.invima.gov.co/images/pdf/farmacovigilancia_alertas/info-seguridad/ESTIBOGLUCONATODE SODIO.pdf.

  5. WHO_Department of Child and Adolescent Health and Development World Health Organization. Breastfeeding and Maternal Medication_Recommendations for Drugs in the Eleventh WHO Model List of Essential Drugs. 2003;1–35. 

  6. INVIMA C revisora de medicamentos. Alerta sanitaria: antimoniato de meglumina. [Internet]. 2017. Available from: https://www.invima.gov.co/images/pdf/farmacovigilancia_alertas/2016/INFORMACION-PARA-PROFESIONALES-DE-LA-SALUD-PACIENTES-Y-CUIDADORES-GLUCANTIME.pdf.