| | - El hecho de no tratar los síntomas depresivos graves durante el embarazo puede tener efectos adversos en la madre y el niño; sin embargo, se debe evitar en lo posible el uso de antidepresivos durante el embarazo.
- Los efectos teratogénicos no se pueden excluir en todos los antidepresivos.
- Cuando se usan antidepresivos en la madre, hasta poco antes del nacimiento, se deben vigilar los siguientes signos en el recién nacido:
- Problemas respiratorios, dificultad para beber, convulsiones, llanto persistente, rigidez muscular.
- Efectos anticolinérgicos (excitación, dificultades de succión, y con menor frecuencia, trastornos del ritmo cardíaco, trastorno de la motilidad intestinal y retención urinaria) cuando se utilizan los antidepresivos con propiedades anticolinérgicas (2).
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| - Triptófano, anfetaminas, antidepresivos tricíclicos, dextrometorfano, sertralina, ciclobenzaprina, venlafaxina, meperidina, sumatriptán, tramadol, duloxetina, tapentadol, trazadona, mirtazapina, hierba de San Juan, escitalopram, citalopram, fluoxetina, paroxetina, desvenlafaxina, metadona, vortioxetina, carbamazepina, IMAOs: uso concomitante contraindicado. Aumenta el riesgo de síndrome serotoninérgico.
- Ciproheptadina: se ha observado la prolongación de los efectos anticolinérgicos.
- Isometepteno, efedrina, pseudoefedrina, metilfenidato, bupropión, reserpina: el uso concomitante puede producir arritmias, dolor de cabeza y crisis hipertensivas.
- Brimonidina: el uso concomitante aumenta el efecto de la brimonidina (3,4).
- El consumo de comidas con alto contenido de tiramina (quesos madurados, vinos, cerveza), en dopamina (habas), aguacate, naranja y cafeína puede desencadenar una crisis hipertensiva. Se recomienda no consumir estos alimentos mientras se esté en tratamiento con algún IMAO (3).
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