Depresión

La depresión es un trastorno mental  caracterizado principalmente por alteración en el estado de animo,  disminución del interés en actividades usualmente placenteras y niveles bajos de energía. Es de tendencia episódica y recurrente, caracterizado por la presencia de síntomas como tristeza, decaimiento, irritabilidad, desesperanza, fracaso, culpa exagerada, dificultad para lidiar con las obligaciones del día a día, disminución de la capacidad de atención y concentración, inhibición de la actividad motora y manifestaciones somáticas, como insomnio, cansancio o dolores musculares, pérdida o aumento del apetito y síntomas gastrointestinales (1). 

El riesgo y la complicación más temida de la depresión mayor es la muerte por suicidio. La depresión es un factor de riesgo para sufrir otras enfermedades médicas, o bien empeora los desenlaces médicos de los individuos con otras enfermedades (1).


  • No existe una causa única conocida de la depresión. Más bien, esta parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos, y psicológicos (2).
  • Quienes tienen mayor riesgo de presentar un episodio depresivo son (1): 
    • Personas con historia previa de episodio depresivo.
    • Historia familiar de depresión; personas con problemas psicosociales.
    • Abuso y dependencia de sustancias: incluido alcohol y cigarrillo.
    • Personas con enfermedades crónicas, especialmente cuando hay compromiso de la funcionalidad. 
    • Otros trastornos psiquiátricos y trastornos neurológicos.
    • Épocas de cambios hormonales (embarazo y menopausia).
    • Historia de intentos de suicidio.
    • Cualquier situación estresante.
    •  Sedentarismo.
Su principal objetivo es lograr con la respuesta terapéutica, remisión de los síntomas, mejorar la calidad de vida, producir recuperación funcional o disminuir conductas suicidas (1).

Para hablar del tratamiento de la depresión es necesario tener en cuenta las tres distintas fases que comprende el tratamiento (1): 
  • La fase aguda empieza cuando el paciente presenta un episodio, y la meta del tratamiento es lograr una respuesta a los medicamentos o la psicoterapia.
  • La fase de continuación es la fase intermedia. Este periodo se da cuando se observa una respuesta a la intervención, es decir, cuando los síntomas disminuyen; la meta es prevenir las recaídas. 
  • La fase de mantenimiento busca prevenir la recurrencia.   

  • Los tratamientos más comunes son la medicación y la psicoterapia (2). 
  • Especialmente desde el punto de vista farmacoterapéutico: el uso de medicamentos antidepresivos está indicado solo en casos de depresión moderada a severa. Los tipos de medicamentos antidepresivos más nuevos y populares se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (2): fluoxetina, sertralina, citalopram
  • No se recomienda prescribir benzodiacepinas ni inductores del sueño en forma rutinaria por el riesgo de abuso y dependencia. La selección del medicamento dependerá de (1): 
    • La duración del episodio y las características y la evolución de los síntomas.
    • Las características de episodios previos y su respuesta a tratamientos.
    • La probabilidad de adherencia al tratamiento.
    • Los efectos adversos potenciales 
    • La preferencia y las experiencias previas del paciente.