Hepatitis B y C crónicas

La hepatitis viral es una infección generalizada que afecta sobre todo al hígado. En la mayoría de los casos esta condición es causada por los siguientes virus:
  • Virus de la hepatitis A (HAV).
  • Virus de la hepatitis B (HBV).
  • Virus de la hepatitis C (HCV).
  • Virus de la hepatitis D (HDV).
  • Virus de la hepatitis E (HEV).
En términos generales todos estos virus producen en el organismo síntomas y signos similare:
  • Cansancio inexplicable.
  • Sintomas gripales: fiebre, malestar general, nausea, perdida del apetito, etc.
  • Dolor abdominal
  • Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
  • Orina color oscuro
  • Heces de color blanco
Estas entidades oscilan entre la enfermedad asintomática que pasa inadvertida, la infección aguda (fulminante y letal en todos los tipos), la infección persistente subclínica y la hepatopatía crónica que puede terminar en cirrosis hepática e incluso en cáncer hepático. Este último tipo de enfermedad está asociada a los virus transmitidos por la sangre HBV, HCV y HDV (1).

La infección crónica se define como la persistencia del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg), por seis meses o más (3).


Los factores de riesgo para contraer y desarrollar este tipo de infección son:
  • Uso de drogas intravenosas
  • Infección por VIH.
  • Hemofilia tratada con factores de coagulación antes de 1987.
  • Trasplante de órgano sólido o transfusiones sanguíneas antes de 1996.
  • Terapia de reemplazo renal (hemodiálisis).
  • Niños nacidos de madres infectadas con hepatitis C.
  • Personal de la salud o de urgencias médicas que haya sufrido un accidente biológico.
  • Relaciones sexuales sin protección
  • Personas que han tenido tatuajes, perforaciones corporales (piercings) o procedimientos de escarificación en lugares en los que las prácticas para el control de infecciones están por debajo de los estándares. 

Existen diferentes objetivos en el tratamiento de esta infección:
  • Profilaxis con la aplicación vacuna contra la Hepatitis B.
  • Cambiar los hábitos de vida para prevenir su diseminación: evitar uso de drogas intravenosas, uso de preservativo con las relaciones sexuales 
  • Dar tratamiento antiviral según indicación para combatir y mejorar los síntomas de las manifestaciones agudas y prevenir o retrasar el daño hepático. 
  • Dar tratamiento de soporte para las complicaciones y las repercusiones que a esta infección tiene a largo plazo; principalmente, la cirrosis y el cáncer hepático (1).
  • Profilaxis:
    • Ya que las posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la hepatitis aguda son limitadas, y que el tratamiento de la hepatitis crónica es costoso y solo resulta eficaz en un número limitado de pacientes, el énfasis se hace en la profilaxis mediada por la vacunación y en los hábitos de vida saludables.
    • En la actualidad se dispone de vacunas contra la hepatitis A, la hepatitis B, combinaciones de las dos y combinaciones de vacunas virales y bacteriana que incluyen la de la hepatitis B.
    • El Programa Ampliado de Inmunizaciones - PAI en Colombia cubre la vacunación contra la hepatitis A y B para los niños.
    • Los estudiantes y profesionales de la salud deben asegurarse de estar inmunizados contra la hepatitis A y B antes de iniciar sus prácticas hospitalarias y/o antes de ingresar a trabajar (1,2).
  • Tratamiento etiológico:
    • El tratamiento farmacológico se ofrece, principalmente, para las hepatitis B y C en sus fases aguda y crónica.
    • Para el tratamiento de estas infecciones se utilizan antivirales como la lamivudina, ribavirina, adefovir, entecavir, telbivudina, tenofovir, telaprevir, boceprevir, simeprevir, daclatasvir y la combinación ombistavir/paritaprevir/ritonavir/dasabuvir.
    • Otro tipo de medicamentos utilizados son inmunomoduladores como el interferon alfa 2a, alfa 2b y el pegilado alfa 2a y el alfa 2b.
    • La elección de la combinación de los anteriores fármacos dependerá de:
      • El avance de la enfermedad.
      • El perfil de sensibilidad del virus a los medicamentos.
      • La tolerancia del paciente al tratamiento.
      • La combinación, posología y forma de administración que asegure la mayor adherencia del paciente al tratamiento.
      • Demás tratamientos farmacológicos para comorbilidades que presente el paciente: principalmente, infección por VIH (1).
  • Inmunoglobulinas
    • La inmunoglobulina específica para el virus de la hepatitis B esta indicada para prevenir la infección o reinfección por virus de la hepatitis B en:
      • Pacientes post trasplante de hígado por insuficiencia hepática inducida por la hepatitis B.
      • Casos de exposición accidental de personas no vacunadas, cuya vacunación no se haya completado o se desconozca su estado.
      • Pacientes hemodializados hasta que la vacunación se vuelva eficaz.
      • Neonatos de una madre portadora del virus de la hepatitis B.
      • Personas que no muestran respuesta inmunitaria (anticuerpos contra la hepatitis B no medibles) después de la vacunación y para quienes una prevención continua es necesaria debida al riesgo permanente de infección con la hepatitis B (1).
  1. Longo, L. D. Harrison: principios de medicina interna (18a. ed.). McGraw Hill Mexico, 1; 3612. 3612 p. 

  2. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/PAI/ficha-vacunas-cara-a-b.pdf

  3. Guidelines for the prevention, care and treatment of persons with chronic hepatitis B infection; Organizacion Mundial de la Salud; 2015