Accidente cerebrovascular isquémico

El ataque cerebrovascular (ACV) comprende un grupo de síntomas y signos secundarios a una lesión del cerebro, originado por la alteración del flujo sanguíneo cerebral. Los ataques cerebrovasculares más frecuentes son de origen arterial y están compuestas por: el ataque cerebrovascular isquémico (ACV isquémico), el ataque isquémico transitorio y la hemorragia cerebral. La isquemia cerebral representa el 80% de los ataques cerebrovasculares agudos en el mundo. (Alianza CINETS, 2015) (1).
Los factores de riesgo para ACV pueden incluir: 
  • Personas mayores. 
  • Hipertensión
  • Diabetes.
  • Dislipidemia
  • Ateroesclerosis.
  • Fibrilacion auricular. 
  • Tabaquismo. 
  • Obesidad abdominal.
  • Alto consumo de carnes rojas, comidas cocinadas con grasa y ricas en sal.
  • Sedentarismo.
  • Ingesta frecuente de alcohol
  • Estrés psicosocial y/o depresión.
  • Personas de raza negra son mas propensas a morir de un ACV
  • Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo durante el embarazo. 
  • Mujeres en tratamiento de terapia de reemplazo hormonal
  • Mujeres que toman píldoras anticonceptivas (especialmente las que fuman y son mayores de 35 años).
Disminuir la morbilidad y mortalidad, reducir las complicaciones secundarias y minimizar la discapacidad física y neurológica de los pacientes (1).
Un accidente cerebrovascular es una emergencia. Se necesita tratamiento inmediato por lo cual se debe buscar atención médica de emergencia ante los primeros signos de accidente cerebrovascular (2).
El enfoque terapéutico desde el punto de vista farmacológico incluye (1):
  • Manejo de los problemas vasculares agudos con trombolíticos por vía endovenosa y ácido acetil salicílico.
  • Inicio de estatinas para disminuir la incidencia de problemas vasculares mayores.
  • No anticoagular de forma inmediata, ni usar esteroides.
  • Nutrientes y liquidos. 
En algunos caso se puede requerir realizar procedimientos especiales o cirugía para aliviar los síntomas o prevenir mas ACV.